«DÉCIMAS DEL ENCUENTRO» DE CARLA MARÍA GIL PEÑA
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(POEMA GANADOR DEL IV CONCURSO LITERARIO FÉLIX CASANOVA DE AYALA)
Si la voz no puede hallarte,
un silbo te va a buscar.
El aire aprende a cantar
mensaje alto que al rozarte,
es letra invisible y arte
de acercar lo que está lejos.
Es tradición sin complejos
que las distancias agarra
cuando la montaña narra
brezos, vientos y consejos.
Colombina piel que late
son de chácara y tambor,
con compás viejo y sabor
de almogrote en el gaznate.
Su fiesta tiene acicate
de herencia de navegantes.
Leyenda y raíz de amantes,
que lloraron en partidas
y abrigaron bienvenidas
de todos los emigrantes.
Redonda, yo a ti me doy
y aunque el mar me haga extranjero,
tu sentir verde y sincero
me acompaña en lo que soy.
Si me pierdo, si me voy,
el recuerdo me embelesa
porque en ti encuentro la mesa
donde siempre me reúno.
Pues ser gomero es ser uno
que a verte siempre regresa.
